Prince Superbowl XLI halftime show (2007)

Aprovecho que está disponible (nunca se sabe por cuánto tiempo) para traer al blog una vez más a Prince. Se trata de la actuación de la que ya hablé, realizada durante el descanso de la Superbowl XLI en 2007.
Ataviado con un tocado digno de sirvienta sureña a punto de apretar el corsé de la Srta. Escarlata, Prince se marca en doce minutos escasos un refrito de Let's go crazy, Baby I'm star, Proud Mary (Creedence Clearwater Revival), All along the watchover (Jimmy Hendrix), The best of you (Foo Fighters) y Purple Rain. Pedazo show con lluvia, coreografía de la Florida Marchin' Band, pirotecnia, juegos de luces con guitarras fálicas y solos electrizantes.
¿Os imagináis en España una actuación de algún músico remotamente parecido durante el intermedio una final de copa de fútbol? Yeah, right.


Actualización HD (27/4/2016):
 

Revelaciones (I) : Millionaire

Compré mis dos primeros discos de Queens Of The Stone Age (Rated R y Songs for the Deaf, aunque para mi siempre serán "el azul y el rojo") durante un viaje a Londres en 2003, en una de esas enormes y maravillosas tiendas de discos, un HMV o un Virgin Megastore. No eran baratos, y menos en libras, pero en los viajes uno cuenta con cierto dinero para gastar y a veces te lanzas a compras que en otro momento no harías. No había oído absolutamente nada de QOTSA antes, tan solo sabía que el inquieto Dave Grohl tocaba la batería en el más reciente de los dos, en el rojo.

De regreso en Madrid me dispuse a oírlos.
CD rojo en la cadena y play. El sonido de unas llaves. Un aviso de cinturón de seguridad. Arranca un coche. Se cierra la puerta ( 'Uhmm, eso ha sonado un poco alto'). El dial de la radio se mueve buscando una emisora y se detiene en una cadena donde la lejana voz de un típico disc-jockey comenta el tráfico de la mañana y pincha una canción. Empieza un buen ritmo de batería, algo apagado. Después una guitarra, también suena hueca. Tiene caña. Subo volumen. Y entonces en el minuto 1:00 exacto... ¡¡BOOM!! Entra todo a la vez. Trallazo. A grito pelado. Glorioso ruido. Gimme toro, gimme some more.

La canción en cuestión se titula You think I ain't worth a dollar but I feel like a millionaire y es sólo una de las muchas buenas que tiene el disco, las más destacables No one knows, Go with the flow o Gonna leave you.
Cómo habría cambiado es historia si hubiera empezado escuchando el Rated R es algo que nunca sabré. Es también un discazo repleto de buenas canciones, pero no tiene la fuerza del arranque de Millionaire y ciertamente el impacto habría sido mucho menor.

Por supuesto, jamás me he arrepentido de hacer aquella compra a ciegas.

Revelaciones musicales: Introducción.

No comprendo a la gente que solo escucha la música del momento y cada semana tiene una canción favorita, la dictada por las radio-fórmulas. De hecho, yo no escucho radio. Descubro cosas poco a poco, a pasos cortos pero firmes. Podría establecer un enorme árbol genealógico entre toda la música que escucho: influencias, referencias, homenajes, versiones, trasvases de miembros, etc. Todo ello partiendo de unas pocas raíces fundamentales. Sin duda esto ha hecho que mis preferencias no hayan evolucionado mucho, pero me gusta así. La música se siente, no se puede forzar a que guste. He intentado en repetidas ocasiones aprender a apreciar algunos artistas de renombre -incluso estilos enteros- siempre sin éxito. Otros grupos agradan desde el principio y van calando poco a poco, pero no recuerdas el momento exacto en que empezaron a gustar, o simplemente siempre han estado ahí. Por último, existe otra categoría: aquellos grupos con los que se produce una revelación, un flechazo. El disco apropiado en el momento justo. Un instante mágico que queda grabado en la memoria, en el que sabes que has dado con algo especial y que será para siempre.


Con esta introducción farragosa y un tanto sensiblera -no se repetirá- doy por fin comienzo a algo que llevo queriendo hacer desde el nacimiento de este blog: una pequeña serie de posts en los que compartiré algunos de esos momentos. Son, mis revelaciones musicales.