James Cameron, el perfeccionista científico metido a director de cine que dió un vuelco para siempre al cine de ciencia ficción con cuatro perras en Terminator (1984), el hombre que hizo una más que digna secuela del clásico insuperable Alien con Aliens (1986), que hizo una de las mejores y más realistas narraciones de un encuentro con vida alienígena informe y luminosa en Abyss (1989), que revolucionó los efectos digitales con Terminator 2 (1991), que convirtió el cine de agentes secretos en una montaña rusa con Mentiras Arriesgadas (1994) y que arrastró a masas a los cines con una historia que todos sabíamos cómo acababa en Titanic (1997) ha vuelto con Avatar (2009).
El impecable y deslumbrante envoltorio técnico casi llega a hacernos olvidar la pobre historia, la facilona moralina ecológica o los ridículos pitufos humanoides.
Casi.
Casi.
Mucho se ha debatido sobre si, en el caso de contactar con vida extraterrestre, esta sería en algún modo similar a las formas de vida conocidas en la Tierra. Casi todo el mundo coincide en que es altamente improbable. Pero el amigo Cameron se descuelga con unos seres hechos a imagen y semejanza del Hombre, no sólo en su forma, sino en sus usos y costumbres: peinado, ropas, adornos, mascotas, etc. ¡¡Pero si hasta tienen caballos, arcos y flechas!! La peli es una historia (mala) de indios y vaqueros con un fuerte toque new age y ecologista.
¿Hace todo esto desmerecer la calidad cinematográfica? Para mi sí. El grandioso vehículo tecnológico podría y debería haberse usado para un fin mejor y más elaborado (y me remito a Forrest Gump, la peícula que hasta el momento para mí mejor integra la imagen digital al servicio de la historia).
- Lo mejor: espectacular. Los personajes digitales tienen una expresividad perfecta.
- Lo peor: poco rigor científico, un envoltorio vacío, el manido ecologismo, el frenillo de los pitufos, el vínculo físico entre los habitantes de Pandora (simbolizado por la cola que meten, literalmente, en los caballos y criaturas aladas)
3 comentarios:
Yo tengo ganillas de verla y curiosidá, y la verdad... ¡la historia me la trae al pairo!
Pues entonces te encantará.
Ostias tenías razón, lo has descrito a la perfección. Joder me imaginaba que sería chorra, pero no tanto.
En fin, el resto lo cuento en mi blog. No me encantó al final, no.
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