La desgracia vuelve a golpear a los Young y toda la familia del Rock. Dos semanas después de fallecer el hermano mayor George se nos ha ido Malcolm. Alma, cerebro, metrónomo y apisonadora de AC/DC.
Exactamente seis años después del último concierto de Foo Fighters en Madrid se repetía el esperado
acontecimiento, esta vez dentro del festival MadCool.
Rock is not dead, motherfuckers!
Y como si de una continuación se tratase, si en aquella ocasión
terminaban el concierto con Everlong, ésta vez abrían con ella. Los Foo dejaban
claro cómo iba a ser la noche arrancando en todo lo alto.
Foo Fighters no es sólo
el mejor grupo de rock del momento y derrochan profesionalidad sobre el
escenario. Por profesionalidad me refiero a dejarse la piel, disfrutar y dar al
público lo que quiere. Ni más ni menos. Nada de experimentos. Nada de rarezas.
Nada de versiones …y no miro a los recientes Aerosmith…
Como bromeaba Dave Grohl,
para qué hacer el paripé de salir del escenario para que se pidan los bises. El
tiempo hay que aprovecharlo. Foo Fighters tocan todo seguido. Rápido e intenso.
Ninguna pega se le puede poner al set list: todo hits. Caña a tope salpicada de
las justas “baladas” (si es que se pueden calificar así canciones como
Arlandria o Skin and Bones) para dar algún respiro al personal, tanto ellos
como nosotros.
Irreprochable el sonido en MadCool, alto y muy claro pese a estar bastante (demasiado) lejos. ¡Hasta consiguieron que
no lloviera sobre Madrid pese a que horas antes había diluviado y amenazaba con
hacerlo durante la noche! Una noche redonda.
Tenía muchas ganas de poder
ver al menos una vez en la vida a Aerosmith así que este tour Aero-vederci tenía
pinta (…nunca se sabe…) de ser la última oportunidad. Los de Boston son quizá
menos valorado en Europa, pero sin duda unos grandes entre los grandes en activo, a la
altura de AC/DC o de los Rolling.
Setlist publicado en @Aerosmith
Con un fresco creciente y
amenaza de tormenta arrancaron el concierto a ritmo de Carmina Burana mostrando
en las pantallas gigantes imágenes de la trayectoria del grupo desde sus inicios
en 1970 hasta nuestros días.
El ambiente se caldeaba enlazando Love in an Elevator,
Livin’ on the Edge y Rag Doll (una de mis favoritas).
En el transcurso del concierto nos quedaron las memorables imágenes para el recuerdo de Joe Fuckin' Perry con camiseta
del toro de Osborne mientras las pantallas se llenaban con la bandera de España y veíamos al guitarrista en un ruedo durante una capea. Olé ellos.
Steven Tyler sin duda tiene gran presencia sobre el escenario y sabe meterse al público en el bolsillo. No obstante, para
mi gusto, el concierto tuvo altibajos debido a un setlist que no parece el más
adecuado para una gira de despedida. En vez de poner toda la carne en el asador
con los numerosos éxitos de esos más de cuarenta años de trayectoria, inexplicablemente
el concierto estuvo salpicado de nada menos que ¡cinco versiones cinco! de otros
grupos.
Yo me quedé con ganas de ver en vivo algunas favoritas como Draw the Line o Back in the Saddle.
A pesar de todo, las dos horas reglamentarias dejaron buen Rock y buen
sabor de boca, y el placer que haber sacado una espinita que llevaba mucho
tiempo clavada.
Os dejo el setlist y buen vídeo resumen de MariskalRock:
1. Let the Music Do the Talking
2. Nine Lives
3. Love in an Elevator
4. Livin' on the Edge
5. Rag Doll
6. Falling in Love (Is Hard on the Knees)
7. Stop Messin' Around (Fleetwood Mac cover)
8. Oh Well (Fleetwood Mac cover)
9. Remember (Walking in the Sand) (The Shangri‐Las cover)
Todavía conmovido y conmocionado por la triste noticia aparecida ayer de la muerte de Chris Cornell.
Se ha ido el, para mí, mejor vocalista, letrista y, en última instancia, poeta del rock.
Cornell siempre fue depresivo. La mayoría de sus canciones son tristemente oscuras y, de un modo u otro, hablan de la muerte. Sin embargo en la madurez Cornell parecía haber encontrado una estabilidad y felicidad que nada hacía sospechar este trágico desenlace, en plena gira americana de Soundgarden.
Lamento profundamente la pérdida, con sólo 52 años, de quien me ha acompañado en tantos momentos -tristes y alegres- de mi vida. Hasta siempre en mi corazón y en mi discoteca. D.E.P.