Blogs contra el hambre: Sopas de ajo.


Quiero sumarme a la iniciativa de Blogs Contra el Hambre que celebra hoy una Gran Colecta para el Banco de alimentos de Cataluña, y os animo a colaborar y a participar.

No he tenido tiempo de preparar una receta sencilla con los alimentos básicos que se recogen en la colecta, como se pide en la iniciativa, pero aprovecho para poner un plato que preparé la semana pasada, humilde donde los haya: unas sopas de ajo (o sopa castellana).

Preparado de esta manera simplificada no os exagero nada si os digo que está listo en un cuarto de hora, y ensuciando solo una cazuela. Perfecto.
Como con tantos otros platos, no recuerdo haberlo aprendido con receta. Seguramente fue a fuerza de verlo hacer a mi madre, sentado desde mi rincón en la encimera de la cocina. Estos son los pasos:

Calentamos un chorro de aceite en una cazuela grande, donde vamos añadiendo sucesivamente y dorando, por este orden: unos ajos enteros, un choricito fresco cortado en rodajas medias, un par de lonchas de jamón serrano del normalito, una pizca de pimentón y media barra de pan de víspera cortado en láminas. El pan absorberá toda la grasa y debe dorarse un poco, cogiendo color del chorizo y el pimentón, pero no hace falta que sea pan frito completamente.
En ese punto cubrimos con agua y se añaden dos pastillas de caldo: una de sabor  jamón y otra al gusto. En cuanto hierva añadimos un huevo y lo batimos grosso modo. Además, cascamos dentro un huevo por persona para que escalfe al calor de la sopa.
Listo para servir.

Buen provecho y a ver si conseguimos que nadie pase hambre.



Donald en el país de las matemáticas

En la actualidad, los programas infantiles educativos consisten en una niña sudamericana que chapurrea spanglish y recorre caminos siguiendo un mapa chillón, marionetas macarras que cantan canciones perroflautas o, en el mejor de los casos, el clásico Mickey Mouse empleando algo parecido a la lógica para resolver aventuras con una caja de herramientas voladora.

Sin embargo, hace más de cincuenta años muchos niños veían joyas como 'Donald en el país de las matemáticas' (1959). En este medio-metraje el gruñón pato Donald, con la ayuda de la fantástica animación Disney, nos acompaña por el árido mundo de las matemáticas, explicando muy visualmente de una manera amena y didáctica sus usos más cotidianos, desde las escalas musicales hasta los cuerpos de revolución, pasando por la proporción áurea o la geometría del billar.

Sencillamente maravilloso.

Ay Dolores, siempre me la pegas con Jabugo y San Simón.

Llevo media hora intentando escribir un post rimbombante sobre algo tan sencillo como un sandwich mixto (bikini para los catalanes) y es ridículo... Desisto.
Porque nada tiene de extraordinario, por más que los ingredientes empleados fueran mejores que los loncheados envasados tradiciones: pan tostadito, queso San Simón  da Costa brevemente pasado por el M.O. y jamón del bueno cortado a cuchillo templado por el calor del propio queso. Un lujo.
Sandwichaco campeón.

Este queso gallego (que conocí el pasado verano gracias a un retuit de miotraella) ha sido todo un hallazgo: una especie de queso de tetilla con un toque ahumado (que me encanta, como en el Idiazabal) y una suavidad que hace que funda casi con un aliento. Altamente recomendable.

Y puesto que este es un post poco serio, permitidme que me tome ciertas licencias poéticas...


Como chascarrillo final (nadie llegará tan lejos) debo decir que fue una desilusión cuando me enteré de que el nombre bikini que los catalanes emplean para el sandwich mixto se debe al club que comenzó a servirlos en Barcelona, y no a su similitud con la prenda triangular que oculta en su interior dos piezas de carne y queso fundido.