Aprovecho estas simpáticas y nada exageradas imágenes de los activistas belgas GAIA que han aparecido en Blame It on The Voices para reflexionar sobre la controversia del Foie Gras.
Para los despistados: que los hippies ecologistas y los activistas radicales dicen que es malo porque los animalitos sufren, mientras que cualquier persona con una paladar que no esté atrofiado por las acelgas y otras hierbas admitirá que es un manjar como pocos.
Hace apenas un año la ciudad de Chicago llegó a prohibirlo en sus restaurantes en un alarde de corrección política absurda.
En este otro fragmento de su programa especial de Navidad, el cocinero Anthony Bourdain visita una granja donde ceban aves para fabricar foie gras y nos explica cómo el proceso no es más dañino para los bichos que lo que puede ser una granja de pollos normal:
Aunque me ayuda a calmar un poco mi poca conciencia, sinceramente, me importa un pimiento: sé que nunca renunciaría al delicioso foie aunque sufrieran terribles agonías.