Soy un negado para los instrumentos musicales. Desde que lo asumí, soy un poco más feliz, menos frustrado.
No tengo mal oído (p.e. para los idiomas, y disfruto de la música un poco más allá de la simple escucha), y creo que soy hábil con las manos (hago chapucillas en casa y arreglo casi de todo), pero tengo un ritmo nefasto y una coordinación nula. Incluso aunque intentara reproducir cualquier melodía como un autómata, tengo una memoria de pez que me impide memorizar cualquier secuencia de movimientos o notas.
¿Guitarra? Ufff... ¡si soy anatómicamente incapaz hasta de hacer el saludo trekkie!, olvídate esos extraños acordes.
Muero de asombro cuando oigo de esos dioses de la guitarra autodidactas, o se critica a los Ramones por usar sólo cuatro acordes. ¡Coño, pues serán sólo cuatro, pero los tocan a toda leche! Y si tocan cientos de canciones usando sólo cuatro, más mérito todavía, ¿no?.
¿Batería? Aún peor: implica cuatro de mis cinco miembros, ¡todos coordinados!
Mataría por aporrear los tambores la décima parte de bien que el mico de Justin Bieber. ¡Si hasta Stevie Wonder toca la batería!
En fin, nadie es perfecto...