Qué jodida y qué triste es la corta historia de Poch (
Ignacio Gasca, 1.956-1.998).
Donostiarra de nacimiento y madrileño de adopción, Poch fue uno de los principales y más carismáticos personajes de la movida madrileña.
Un tipo inquieto, ya desde finales de los '70 en su ciudad natal
Poch fue creando varias bandas como
La Banda Sin Futuro (de quienes que nos quedan canciones como
Nos van a desinfectar o el autorretrato
El chico más blanco de la playa de Gros, que es uno de los barrios de San Sebastián). Ya en Madrid, formó
Ejecutivos Agresivos (
Mari Pili) y más tarde los inclasificables
Derribos Arias, grupo con el que lograría sus mayores éxitos como
Branquias bajo el agua,
Aprenda Alemán en 7 días ...
... o Dios salve al lendakari, en este divertido vídeo junto con Siniestro Total mezclando estrofas con la versión que los gallegos hicieron, Dios salve al conselleiro:
Apelado cariñosamente
Poch como apócope de
'pocho' por su frágil salud desde niño, la imagen que se conserva de él a través de varias entrevistas como éstas de
Caja de Ritmos o
Musical Express es la de un tipo excéntrico y provocador (
¿Alguna vez te han dicho que eres un peligro público? -Si, depende de los pisos que caiga un extintor). Sin embargo, en palabras de aquellos que le conocieron bien como su amigo y compañero
Alejo Alberdi:
"Pocos le conocimos con la enfermedad aún no evidente: era un señor pulcro, de fino humor y un notable empollón. Una persona excepcional con la que te querías mucho. Imagen sepultada por el exagerado personaje de pasado con el que acabó escudando su enfermedad".
Lamentablemente Poch sufría la enfermedad de Huntington, un mal neurodegenerativo antiguamente conocido como baile de San Vito por las convulsiones y espasmos en que degenera en sus fases más avanzadas. Lo más terrible es que esta enfermedad hereditaria también la padeció su hermano mayor, quien originariamente ostentaba el apodo de Pochete. Es de suponer por tanto que Poch sabía perfectamente lo que se le venía encima, lo que me parece una de las cosas más aterradoras y dolorosas que le puedan pasar a una persona. Pese a ello (o quizá por ello) Poch parecía vivir cada minuto de su corta vida al máximo, contagiando de vitalidad a todos los que le rodearon.
Las imágenes más recientes que he encontrado de
Poch, corresponden a la
entrega de un premio por parte de
Jesús Ordovás en RNE con motivo del disco homenaje
El chico más pálido de la playa de Gros que varios grupos españoles grabaron en 1.991. En aquellos momentos, 1.991 o 1.992,
Poch estaba ya muy deteriorado pero se le ven unas enormes ganas de no abandonar el escenario. Genio y figura.