Próxima cita: Rolling Stones.

14 On Fire.
Ayer miércoles, y con la triste muerte de la novia de Mick Jagger aún reciente, la salida a venta de las entradas para el concierto madrileño de los Rolling Stones era la noticia del día.
Como de costumbre, largas colas en las tiendas y la web de Ticket Master colapsada desde su apertura a las diez de la mañana. Rápidamente las entradas de "la olla" se agotaron. Mis amigos desistían, pero yo tras la hora de comer y una larga espera en la cola virtual, conseguía entrar. Entonces se planteaba el dilema, ¿sacar entrada de sentado o no ir? En el concierto de Kiss, también sentado, tomé la firme de decisión de no volver a ir a conciertos sentado. Pero joder, son los Rolling, y aún conservo un gran recuerdo del espectáculo que dieron el '98 en Balaídos.
Sí, el anfiteatro está a tomar por saco en un enorme Bernabéu, y las entradas salen por un pico. Pero dentro de tres meses, nada de eso importará. Y al fin y al cabo, this could be the last time, maybe the last time. I don't know. Oh no.
1965
2013

2 comentarios:

Hugo Izarra dijo...

Aquel concierto de Balaídos tuve que escucharlo yo desde mi habitación. En un doce, a más de cinco kilómetros de distancia.

Mis padres no me dejaron ir porque tenían miedo de que me pasase algo entre tanta gente. Que la entrada costase 11.000 pesetas tampoco ayudaba demasiado.

Mis amigos fueron. Recuerdo haber escaneado la de uno de ellos. Era de color púrpura, decía Bridges To Babylon Tour. Entonces todavía venían buenos conciertos a Vigo.

Fue un 18 de julio. Al año siguiente, el mismo día, vino Metallica.

La primera canción de aquel concierto de los Rolling, lo recuerdo como si fuese ayer, fue «Paint it Black». Eran las ocho de la tarde pero era una tarde luminosa. Yo estaba asomado a la ventana de mi habitación, viendo los focos del estadio, imaginándome todo lo que no podía ver.

Había enterrado ese recuerdo, hasta hoy.

Angus dijo...

Hola Hugo. Antes de nada, gracias por comentar y perdón por la tardanza, pero como esto está un poco muerto no estoy muy pendiente de comentarios...

Todos tus recuerdos son nítidos, sí. Efectivamente el concierto empezó de día, como corresponde a los largos días de verano, y ya en aquel entonces los malditos vejestorios me fundieron de cansancio en un concierto largo y caluroso.

Yo también tengo una larga lista de ocasiones perdidas, en parte por mis padres, en parte porque yo era demasiado pequeño. Yo vivía enfrente de una de las principales salas de conciertos de Madrid, por donde desfilaron en sus buenos tiempos hasta los Ramones.
Es una pena perderse cosas y así, y por eso en cuestión de conciertos prefiero lanzarme antes que lamentarme de no ir años más tarde.

Un saludo.