Tacos mejicanos de hígado de ternera con salsa chipotle

Últimamente tengo muy dejado el tema gastronómico en el blog y (algo) en los fogones, y sin embargo me ha dado grandes satisfacciones en los últimos meses. A saber: una interesante visita al restaurante Pan de Lujo de Alberto Chicote y otra más que recomendable al flamante estrella Michelín y local de moda Diverxo de David Muñoz.
También han caído en mis manos dos apasionantes fuentes de conocimiento como son La cocina y los alimentos de Harold McGee (asombroso tratado de la química de los alimentos) y De tripas corazón de Abraham García, que había pedido a los Reyes.
En éste último encontraremos un exhaustivo recorrido de recetas y anécdotas por toda la casquería de mar y montaña, desde crestas de gallo a tripas de bacalao. Para quien todavía piense que no le gusta la casquería, que piense que dos de las más famosas y clásicas delicatessen, el foie y el caviar, presentes también en el libro, son por supuesto casquería.

Una de las propuestas de Abraham son unos corazones en tortillas mejicanas, receta casi idéntica a una que de hígado que ya llevaba yo con ganas de hacer desde que la presentó en uno de sus encuentros digitales de El Mundo y que cito aquí:

La receta que gozosamente me engorda es tan simple como cortarlo [el hígado de ternera] en gruesa juliana y tras salpimentarlo dorarlo en una sartén de fondo grueso. Así doradito
lo reservamos y en el aceite resultante, rehogamos hasta ablandarse, no demasiado, ajo, pimientos de variados colores y cebolleta cortado en bastoncitos. Poquito tomate pelado y despepitado, algo de cilantro y un pellizco de su chile favorito ( el mío es el ahumado chipotle). Por último, añadimos el hígado y lo rehogamos un instante para que se impregne de los sabores del sofrito, pero sin llegar a hervir. Tortillas de trigo calentitas no debieran faltar, y mejor siempre las rubias cervezas de trigo centroeuropeas , que la insulsa "Coronita".


En mi caso la receta se ha reducido a su máxima expresión con unos pimientos y cebolla siguiendo los colores de la bandera tricolor mejicana, salteados y bien crujientes, hígado de ternera hecho al punto y salsa chipotle (un souvenir gastronómico amablemente cedido por mi hermana y mi cuñado). De colofón, una Mahou bien fría.


El resultado es sobresaliente en todos los aspectos: rico, nutritivo, diez minutos escasos de preparación y sólo una sartén ensuciada (cosa que cada vez valoro más). Para repetir, seguro.

Ver también: Tacos al Pastor.


4 comentarios:

Lillu dijo...

Uy, yo debo mantener alejado todo eso de mi dieta, porque para mi colesterol es veneno puro XD Pero vamos, que buena pinta sí que tiene :)

saluditos

Su dijo...

Que bien que te pongas el delantal!!

Möbius el Crononauta dijo...

vaya chipotle, como le dijo la muchacha al soldado

Anónimo dijo...

QUE RICOOO, HOY SE COME ESO EN CASA =)