Huevos sobre mousse de hongos y trufas

O como suelo llamarlos yo, simplemente Los Huevos de Abraham. Ese genio de la cocina que es Abraham García tuvo la amabilidad de compartir con todos la receta de este delicioso plato, estrella de la carta de Viridiana.
El resultado casero no está a la altura del que alcanza el cocinero, por supuesto. Empezando por el color, bastante más paliducho en mi caso, y que achaco al aire que coge la salsa al pasarla por la batidora (quizá sería mejor con pasapurés) o al excesivo uso de los pies de los hongos (pero coño, que los boletus están muy caros) ...o quizá a algún secretillo no contado.
Otras variaciones a las que me vi obligado: las trufas no eran 'Tuber Melanosporum' (ni las encontré ni creo que hubiera estado dispuesto a pagar su precio, pero unas tuber más normalitas dan un toque muy agradable también), y a falta de unas sartenes individuales tuve que usar platos (unas cazuelitas de barro también estarían bien pero los dos huevos fritos taparían por completo la salsa).
Un festín para el paladar que tienen muy bien merecida su fama y su permanencia en la carta de Viridiana. Para quitarse el sombrero (menos Abraham, claro).

4 comentarios:

Mar Calpena dijo...

¡Qué pinta, colega! No sé yo si conseguiré las trufas, pero ya te digo que ésta me la copio...

Iñaki dijo...

Pues la pinta no hace justicia al sabor...

Plissken dijo...

¡Joder, Angus! ¡No me gusta nada tu faceta gastronómica! ¡¡¡¡Siempre te leo antes de comer y me pones los dientes largos, mamonaso!!!!

Iñaki dijo...

Jeje... Lo que tienes que hacer es ponerte con las manos en la masa.