
El otro día, en la sesión de Mr. Brooks, pude ver en pantalla grande el cacareado anuncio-corto
La Clave Reserva de
Martin Scorsese. Aunque lo había ojeado en Internet y pese a que la gente es incapaz de estarse callada en nada que no sea la película (y a veces ni eso), tengo que decir que lo disfruté y capté mucho mejor. Técnicamente es alucinante lo mucho que se parece a una verdadera película de
Hitchcock, con esos
technicolores, el
dolly zoom, y hasta la
cantosa caída sobre el patio de butacas.
Lo que más me sorprendió, y no había reparado en ello al verlo antes, es que en las primeras escenas del falso documental realmente se nos muestra con toda claridad el making-of del plano secuencia del inicio en la sala de conciertos, hecho a base de efectos especiales, ya que podemos ver a los músicos sobre el croma y la cámara haciendo el travelling. Siempre me ha encantado el cine dentro del cine y poder echar un vistazo detrás de la cortina...
Como anuncio, pues supongo que funciona como una forma de dar que hablar de la marca de vinos espumosos, más que como spot.
Por cierto, Mr. Brooks, curiosilla.